Según
García (2010) La Comisión Federal de Mejora Regulatoria (Cofemer) realizó un estudio para demostrar que los
niños de edades entre 3-11 años son más receptivos a la hora de cambiar su
alimentación, es decir, es el momento adecuado para ponerles barreras
calóricas.
Muchas
escuelas han llegado a abastecer normas de alimentación estrictas en sus
comedores para conseguir reducir el amplio nivel de obesidad infantil, como por
ejemplo dejar como única bebida permitida el agua, y no ningún tipo de bebida
dulce o energética.
"Este
no es un problema de productos buenos o de productos malos, es un problema de
hábitos alimenticios y la política pública va coordinada en ese sentido, de
formar que los niños puedan tener el uso de agua potable para una mejor cultura
de su dieta alimenticia", según el director general de la Cofemer, Alfonso
Carballo.
Sin
embargo, aunque la escuela se encargue de intentar educar bien a los alumnos y
se reduzca la consumición calórica, ellos tienen que mantener una actividad
física de mínimo dos días a la semana e intentar reducir el consumo de comida
basura fuera del centro, porque si no la obesidad infantil continuará
aumentando.
"Este
problema (obesidad) se puede atacar de origen mientras en unas etapas
formativas de los niños estemos creando esta cultura, en el caso de las
secundarias ahí viene mucho otro tipo de medidas como lo es la educación
física" según Alfonso Carballo Director de Cofemer.
Con el
artículo anterior nos damos cuenta de lo importante que es educar a los niños
desde bien pequeños para que consigan llevar una dieta sana y eviten tener un
sobrepeso, ya que es algo muy deficiente para la salud. Sin embargo desde la
escuela no podemos cambiar los anuncios publicitarios que te orientan a un
consumo irresponsable de comida basura y de una vida sedentaria sin mucha o
ninguna actividad física, por ello los niños tienen que salir mentalizados de la escuela, así
como también tenemos que involucrar a
los padres de la familia para que no
caigan en falsas publicidades de alimentación sana.
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